Algunas acciones para empezar a crear consciencia sobre los alcances que tendrá la automatización y cómo empezar a actuar.
Los cambios que provocará la automatización en el modelo de trabajo actual serán inminentes, pero aún estamos a tiempo de reaccionar.
El miedo a la automatización no es infundado: para el 2020 cerca de un 15% de las horas trabajadas a escala global, podrían quedar en manos de máquinas sin apreciar la diferencia.
Las ocupaciones relacionadas con recoger y procesar datos, así como las asociadas a trabajo físico, tienen un potencial de sustitución más alta.
En los últimos 150 años, la tecnología ha construido más empleos de los que ha destruido. El problema a corto plazo, es entender cómo gestionar esta transición.
Cada vez es más difícil concebir un aumento de sueldo, porque muchos puestos de trabajo peligran ante las alternativas tecnológicas.
Si formamos a las generaciones venideras podremos conseguir que estén preparadas para que el impacto de la tecnología sea positivo. La sociedad tiene que trabajar por una educación menos reglada, que evolucione del concepto de formación al de aprendizaje.
Las oportunidades que brinda la tecnología tienen que venir acompañadas de políticas de empleo efectivas para recuperar y cuidar al talento; además de proteger los sectores más débiles y luchar contra la precarización.
